En la vida natural muchas hembras dominan a los machos, en algunos casos se los comen o los matan como el caso de la mantis religiosa o los escorpiones, y con las hienas pasa algo parecido.
Las hembras suelen ser más grandes y agresivas, ellas deciden quién será su pareja, y los machos, para tener éxito en la procreación de la descendencia, lo mejor es que sean jóvenes, cariñosos y pasivos.
En lo que respecta al intelecto humano, la realidad es que resulta imposible determinar si se trata de un macho o hembra.
La hiena moteada es el único mamífero que tiene genitales muy similares, el clítoris de las hembras es un seudo pene y en erección luce igual, mientras que los labios vulvares se unen formando un escroto, por ello es que resulta ardua tarea, hasta para los biólogos más experimentados reproducirlas en cautiverio, dejando a la naturaleza misma como única opción.
Para poder sobrevivir estos ejemplares son violentos, por ello es que para perseverar en el clan, las madres deben enseñar a las hijas a ser poderosas para seguir vivas y perpetuando la especie.