Consigue educar a tu perro con éxito

Sabemos que en la gran mayoría de los casos, cuando un perro es abandonado o sacrificado, la principal causa es una educación pobre, o porque el responsable del perrito nunca supo como dominarlo o ser el líder de la manada.

Es importante saber que al igual que los niños, los perros no nacen con modales, ni sabiendo de antemano lo que se espera de ellos, sino que hay que moldear su comportamiento e invertir tiempo para educarlos, y posteriormente veremos los resultados.

De igual forma que el humano, el perro aprende con base en el modelo, gratificación – sanción, y es lo que debemos practicar en todo momento durante su educación para mandar mensajes claros.

Incluso este modelo está demostrado en adultos, una persona puede conducir mal, pasarse los altos o cometer infracciones porque le resultó más fácil que seguir las reglas, sin embargo, cuando es visto infraganti por alguna autoridad es acreedor a una multa, entonces la siguiente vez lo pensará bien antes de arriesgarse a otra sanción, y por el contrario un empleado que llega siempre puntual a su trabajo puede tener un bono adicional lo que lo seguirá motivando a ejercer esa conducta deseable.

Otro punto que debemos tener bien en cuenta es que un perro vive para hacer feliz a su familia humana, en especial a su líder principal, quien es todo para el perrito, por ello es que el alfa de la manada debe indicarle al “perrhijo” como comportarse  y el perro gustoso lo hará por agradarle al líder de su manada y claro por unas caricias o premios adicionales como bono.

Como humanos debemos tener muy claro que un perro es un miembro de la familia al que decidimos integrar de forma voluntaria y supuestamente consciente, y que se trata de un ser vivo, un dependiente de nosotros que no va a madurar, emanciparse o volverse independiente, también debemos saber que no se trata de un adorno, un símbolo de estatus ni un policía guardián, salvo que se trate de un perro de servicio o de trabajo, las cosas son un poco diferentes, pero ese ya es un caso aparte, en donde el perro al igual que cualquier trabajador debe tener sólo un horario de trabajo con sus descansos correspondientes.

Trato humanitario no es lo mismo que tratar de humanizar

En el entendido que es un ser vivo, Rodrigo Suárez, MVZ Y etólogo, mencionó durante la conferencia #MeTocaSobre, presentación de alimento húmedo en paté de Pedigree, que siempre debemos dar un trato digno y humanitario, que no es lo mismo que humanizar, pero si tener una convivencia adecuada.

“Intentar que nuestro perro sea un humano nos podría llenar de decepciones, pues si bien unos logran imitar perfectamente a su familia humana, hay capacidades que ellos jamás podrán desarrollar porque no está en su naturaleza sin embargo debemos ser conscientes que ellos son capaces al 100% de:

  • Demostrar amor
  • Respeto
  • Lealtad
  • Agradecimiento
  • Obedecer
  • Entender jerarquías
  • Seguir reglas
  • Adoptar costumbres
  • Adaptarse a los cambios
  • Y en caso que el perro no muestre la conducta esperada, no es porque el perro sea malo, sino porque su familia humana está haciendo algo de forma incorrecta.

Un perro no nace agresivo, como tampoco un niño nace delincuente o mentiroso, sino que el contexto en el que vive y la relación con sus pares y jerarquías modelan determinadas conductas.

Consentir y tratar bien a tu perro no es humanizarlo, es velar por su bienestar y dejarle saber que lo queremos y que es importante para nosotros, que sienta que somos felices con su presencia.

En el caso de algunas personas, les celebran los cumpleaños e invitan a sus amigos perros a pasar un rato agradable, y si bien esto pudiera ser interpretado como humanización no lo es, se trata de socialización, que también forma temperamentos tranquilos, adaptables y de convivencia.

Si bien los perros en sus manadas no celebran su fiesta con un pastel y gorritos de cumpleaños, acto 100% de la especie humana, si conviven entre ellos, se organizan en grupos, hay un líder, y actúa con un fin común.

Un perro de casa no tiene porque ir a buscar comida, ni trabajar para conseguir donde pasar la noche con el menor frío posible y resguardado de las lluvias, pero al relacionarse con personas y perros de otras personas, es deseable que sepa comportarse en presencia de oros seres de su especie y con los humanos, por lo tanto, acudir a clubes pet friendly, clases grupales de obediencia, o simplemente actividades recreativas para ellos, es excelente para moldear la conducta esperada, y nada tiene que ver con la humanización.

Humanización es pretender o educar al perro de compañía para que vaya al baño y le jale, pretender que sólo vaya por la corre, la ajuste al collar o pechera, la tome del otro extremo, y salga a pasear a la calle, cierre bien la puerta y cuando regrese que abra con la lleve y vuelva a cerrar.

No podemos esperar conductas que no están en su naturaleza, pero tampoco confundirlos con los lobos, que si bien en algún momento accedieron a la domesticación para poder convivir con los humanos y hacer equipo para conseguir comida, los comportamientos son diferentes entre ambas especies, y requieren de cuidados diferentes.

Por la forma y los espacios en los que la mayoría de las personas viven ahora, es imposible adaptar los espacios para el perro, y ese dicho que el “perro es de afuera”, ha quedado más que obsoleto, pues si bien algunas razas son más resistentes que otras y pueden dormir o vivir en la jardín, y algunos lo necesitan, porque dentro de las casas se desesperan por el calor, es claro que al vivir en departamentos, muchos no tienen opción ni a terraza, y se vuelve un reto más el delimitar los espacios en los que el perro se puede mover a sus anchas y en cuales no está permitido.

Es igual que con un bebé que empieza a caminar, si no quieres que se ta caiga por las escaleras, o que entre a la cocina, o se lave las manos o la cara con el agua del excusado, lo más sensato es poner barandajes de restricción de acceso, lo mismo con los perros, y la guía del adulto responsable, que cada que esté por acercarse a áreas restringidas les llamemos por su nombre para evitar se sigan acercando.

Si bien requiere tiempo, sabemos que nos se puede estar al pendiente las 24 horas del día, también hay actividades aún dentro de la casa, como preparar la comida, salir al super, hacer cosas personales, e incluso descansar, por ello es que las barreras físicas son un gran aliado.

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