Los perros son una parte importante de nuestra vida y poco a poco se han convertido en los miembros más importantes de la familia porque muchas veces ellos son quienes la mantienen unida y quienes nos enseñan el verdadero valor del amor.
El pasado 19 de septiembre, la CDMX, con una concentración de más de 10 millones de perros y gatos sufrió uno de los terremotos más grandes de la historia en el que muchos animales de compañía también estuvieron damnificados, algunos lograron encontrar a su familia y otros aún siguen perdidos, algunos desafortunadamente también perecieron en el destraste natural.
Eventos como este nos hacen ser más conscientes sobre los peligros que pueden ocurrir y que no siempre estamos preparados para ellos.
Nos han repetido hasta el cansancio que siempre debemos tener un plan de emergencia, en las corporaciones hay brigadas especiales para facilitar el orden y logistica de evacuación y salvaguardar el bienestar de las personas, en la casa no siempre se tiene un plan, y debería ser más fácil porque son menos los miembros de una familia que los de una corporación.
Así como debemos tener nuestra mochila con los papeles, dinero, alimentos y medicamentos básicos, para los perros ocurre lo mismo, debemos tener una mochila con su carnet su corream agua y alimento en caso de desastre, e incluso enseñarlo cómo resguardarse si el evento ocurre cuando nosotros no estamos en casa.
Esto también es parte de una tenencia responsable, recordemos que tener un animalito requiere tiempo,disciplina, esfuerzo y dinero, por ello es que el MVZ y etólogo del Cendi animal, mencionó que es vital saber cómo tranquilizar a los animales, “los humanos nos apapachamos cuando algo nos estresa para calmarnos, pero cuando hacemos esto con el perro estamos inculcando una conducta inadecuada, en especial cuando el perro tiene ciertas fobias como a los fuegos artificiales”.
El experto mencionó que esos apapachos, son premios para los perros y si ellos lo reciben de forma repetida ante un evento estresante, les estamos indicando que es correcto y está bien esa conducta de fobia, por el contrario, debemos dejarlos que ante el evento estresante ellos se refugien donde se sientan seguros, pero sin premiarlos por ello, por ejemplo si van y se esconden bajo la cama, la mesa o bajo nuestras piernas, debemos dejarlos refugiarse porque ahi se sentirán seguros, o bien armarles su propio triángulo de la vida en caso de catástrofe, porque aunque no estemos ellos sabrán cómo actuar.
Para ello hay que entrenarlos y ante el evento estresante enseñarles que ahí es un lugar seguro y al cual deben acudir para refugiarse, y sobre todo tratar de mantener nuestro nivel de ansiedad y estrés en control para no transmitirlo a ellos.
Los perros huelen el miedo
Esa es una aseveración que ha tenido uso por cientos de años, y es verdad, ellos perciben el estado anímico de las personas, y las sustancias que segregamos según el ánimo de cada momento, recordemos que ellos tienen un olfato cientos de veces más poderoso que el de nosotros, y por ello es que pueden entrenarse para rescate, detección de enfermedades o de drogas, y podemos verlo cuando llegamos a casa, si estamos contentos ellos se avalanzarán a saludarnos, pero si llegamos molestos no se acercarán, o si estamos tristes solo nos harán saber que ahí están pero no nos molestarán.
Todo esto por las increíbles capacidades que ellos tienen y nosotros debemos también aprender de ellos y saber manejar su lenguaje para generar una mejor convivencia con ellos. Para facilitar este trabajo es necesario prepararnos tan bien como cuando lo hacemos cuando planeamos un hijo humano.
En palabras del etólogo, “si leemos, nos informamos, adecuamos los espacios y organizamos los detalles para la llegada del bebé, lo mismo debemos hacer con el perro, es un miembro más que va a generar una reconfiguración de la familia y los espacios, y mientras mejor informados y preparados estemos, será mejor la convivencia y el éxito que tendremos en esta relación.
Otros datos de interés:
- Se sabe que la mayoría de los perros son susceptibles a percibir anomalías en las frecuencias del corazón que tengan relación directa con el estrés humano, por ello es que en momentos de tristeza o dolor, los perros suelen acercarse de manera cuidadosa para conectar o estimular el contacto físico con sus dueños y ayudarlos en la producción de sustancias relacionados con la felicidad, como la oxitocina.
- Es sabido que la mayor parte de la comunicación entre humanos es 10% verbal y 90% no verbal y tiene una relación estrecha con los gestos o los ademanes que hacemos, lo que también le ayuda a los perros a percibir nuestros estados de ánimo y cambios de humor.
- De acuerdo al Centro Waltham®, el perro tiene una capacidad olfativa 50 veces superior al del humano, lo que los hace un millón de veces más sensibles a los olores, por ello cuentan con capacidad para percibir las toxinas liberadas en el cuerpo de los humanos ante una situación de tensión o emociones positivas.
- Cuando el individuo experimenta situaciones traumatizantes o dolorosas, los perros identifican con el olfato los cambios metabólicos que aparecen en la respiración, por ello en ocasiones colocan su cabeza cerca del pecho para identificar estos cambios.
Para revivir lo ocurrido en la conferencia consulta la repetición del Periscope, y más adelante el video editado insertado en esta misma nota o en nuestro canal de Youtube.