Las aves son hermosas, tienen colores fascinantes, la mayoría de ellas puede volar, pesan menos de cinco kilogramos y generalmente son frugívoras.
Sin embargo, hay especies que para nada tienen que ver con la fisionomía compacta que ubicamos, e incluso son peligrosas para otras especies animales incluyendo al ser humano.
Bien es sabido que Australia es el país con el índice de desarrollo humano más elevado, el salario mejor pagado, con algunas de las especies más hermosas, pero también las más peligrosas, y las aves no quedan fuera de la lista.
De acuerdo con investigaciones de biodiversidad, se encontró que algunas especies que perduran en nuestros días, como el llamado casuario, un pajarito de nada más 85 kilogramos de peso, es un sanguinario dotado con armas naturales en su cuerpo.
El casuario es similar a las avestruces, su forma de moverse es correr y no volar como la mayoría de las aves, viven en los bosques tropicales de Australia, y si se sienten amenazados no reflexionan sólo atacan.
Con la increíble fuerza en sus picos y las dagas que tienen como uñas internas, el ave es capaz de abrir el abdomen de un ser humano y dejar los intenstinos expuestos, sin oportunidad de vida para el ser.
También existe el moa gigante, un pájaro de 3 metros de altura y 250 kilogramos de peso, y el águila de Haast, que es depredadora de las moas gigantes, estas dos últimas se extinguieron en el siglo XV, y cobró algunas víctimas humanas.
En lo que respecta a Nueva Zelanda, el Kea, es un loro
endémico de las montañas de la isla Sur, que no se conforma con una dieta de frutos y semillas, sino que se alimenta de coorderos vivos desgarando su lanuda piel con su pico.
Fue en1992 cuando por casualidad se descubrió la letalidad de sus hermosas plumas.
El pituí o papamoscas silbador (Pitohui dichrous), un pájaro de vivos colores de los bosques de Nueva Guinea, segrega una sustancia altamente tóxica con la que impregna sus plumas, químicamente muy similar a la que cubre la piel de las venenosas ranas dardo de América (según algunas fuentes, porque se alimentan del mismo tipo de escarabajos).
Por cierto el hallazgo fue debido a que un jóven cayó muerto luego de tocar al precioso ave.